martes, 2 de diciembre de 2014

BABEL, crónica de una despedida.

La noche del pasado 27 de noviembre pudimos disfrutar de BABEL, ImprovisaAcción artística. El último invento de PETÍCOMITÈ microcultura. Al menos, de momento.

Incluida dentro del proyecto CALLES DE CULTURA, esta acción pretendía poner en conversación sobre el espacio escénico a tres disciplinas artísticas: la narración, la música y la danza. Un experimento. Algunas de estas combinaciones son habituales (música y danza, narración y música…) pero, además de alguna propuesta algo más arriesgada (narración y danza), el objetivo era poner en práctica el concepto de escucha y ver cómo evolucionaban en escena sin más guión que un orden de intervención. Trabajarían por parejas y turnos de cinco minutos en los que uno propondría y otro contestaría.

Para esta aventura, contamos con Laura Escuela (narración), Agustín Curbelo (música) y Paloma Hurtado (danza). En una charla informal, entre otras propuestas, surgieron los conceptos de cambio y transformación como 'leitmotiv' de sus intervenciones, algo que 'quizás' podría estar presente en sus improvisaciones.



                                                   Una gran combinación de talentos.


En el caso de la narración, Laura optó por trabajar con textos existentes. Se prepararía muchos -así lo hizo- y dejaría a la improvisación cuál elegir en cada ocasión, en función de la propuesta de sus compañeros.
Por contra, la danza y la música (piano en esta ocasión), improvisarían absolutamente.

La acción estaba diseñada para que existieran cuarenta minutos de improvisación y quince minutos finales en los que establecer un diálogo con el público asistente, puesto que nos interesaba mucho conocer sus impresiones, sus sensaciones y, en definitiva, recoger sus críticas 'in situ'.








Las conversaciones fueron surgiendo, fluidas, activas, con alto nivel de escucha (tanto que los turnos se diluyeron en conversaciones ágiles y cargadas de emotividad).

Laura apostó por algunos cuentos más largos, que conducía dejándose arrastrar por la música, generando un diálogo muy simpático con la danza y tierno en el trío final.


       
                                                   Laura Escuela, antes de comenzar.


Agustín recorrió el teclado subrayando los tonos e intensidades de los relatos y la danza, combinando lenguajes 'jazzísticos' con otros más cercanos al romanticismo.



                                  Agustín Curbelo charlando con Paloma Hurtado.


Paloma se dedicó a jugar, utilizando para ello todo su repertorio corporal, convirtiendo al lenguaje de su cuerpo en algo comprensible y sobrecogedor  para el público y para sus compañeros de acción.



                                                      Paloma Hurtado y Laura Escuela.


El público estuvo fantástico. Las más de cincuenta personas que nos acompañaron (muchas más de las que esperábamos) nos ayudaron haciendo críticas certeras y amables, preguntas más que interesantes, cuestionando todo cuanto se les ocurrió y proponiendo algunos aspectos a matizar que prometemos plantearnos en futuras ocasiones (es muy probable que estos tres artistas vuelvan a compartir escenario).



                                             Un momento del diálogo con el público. 


Con todo ello, queda BABEL como un intenso cierre a la actividad 'comercial' de PETÍCOMITÈ que, sin embargo, continuará diseñando y desarrollando acciones colaborativas.




Gracias por acompañarnos siempre.
PETÍCOMITÈ 2014.


Fotos: Juan Lupiáñez Salanova